En Colombia nos quitaban las caramañolas’: Jesper Worre

Corrió en el Café de Colombia y es el director de los Mundiales de Ciclismo de Dinamarca.

Cuando el inolvidable equipo de ciclismo Café de Colombia se paseaba por las carreteras del mundo y fue necesario contratar a los pasistas para que los ‘capo’s como Luis Herrera no perdieran tiempo en el llano, el nombre del danés Jesper Worre se hizo famoso en nuestro país.

Han pasado 21 años y este ex ciclista, hoy director del Mundial de Ciclismo de Copenhagen, hace un alto en su atafagado día para recordar su paso por Colombia.
Worre tiene claro todo lo que le sucedió y guarda una profunda admiración por el ciclismo nacional y por la gente colombiana.

"Lo que más recuerdo es que terminábamos una etapa y la gente se lanzaba y nos pedía las caramañolas. Nos descuidábamos y no las quitaban de las bicicletas", precisó Worre, quien, además del cargo en los Mundiales, es el gerente de la Federación danesa de Ciclismo.

Tampoco olvida la lucha titánica con el equipo Manzana Postobón, la que considera como "limpia" y muy profesional.

"Fue una batalla bonita, una pelea diaria por ganar una etapa, los premios de montaña y las metas volantes (risas)", señaló.

El 20 de abril de 1990 es un día inolvidable para Worre en su carrera deportiva. Esa vez se impuso en la etapa de la Vuelta a España, disputada entre Loja y Ubrique, con los colores del Café de Colombia.

"La época que vivimos con Luis Herrera fue grande. No se me olvidan los grandes ascensos, el clima frío y que bajábamos y en 20 minutos nos tocaba soportar un calor infernal", señaló.

Una vez colgó la bicicleta se dedicó a la dirigencia. Se siente orgulloso de que en Dinamarca se respire ciclismo, que las calles estén invadidas de bicicletas.
"s un país muy ciclístico. Hemos cerrado prácticamente por una semana las calles principales de Copenhague y nadie ha dicho nada. Eso demuestra cultura y el amor que hay por la bicicleta", precisó.

Dos años llevan en Dinamarca preparando el Mundial  y esperan que el domingo cuando termine con la prueba de ruta élite se reúnan 500 mil personas alrededor del circuito.

"Eso será suficiente para saber que trabajamos bien, que cumplimos la meta de hacer el Mundial", agregó Worre, quien se va raudo para el camerino de Dinamarca, a atender las necesidades de sus ciclistas, levantando el dedo pulgar y con la sonrisa de oreja a oreja.

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