El derbi local sólo tuvo el color azul del filial xerecista

 

Adri Cuevas en el momento de lanzar el penalti que supuso el cuarto gol azulino.

Adri Cuevas en el momento de lanzar el penalti que supuso el cuarto gol azulino. · Autor: Simón Parra

–xerez cd b-Toni, Sergio Iglesias, José Carlos, Borja, Juanma, Iván, Sánchez (Tali, 80), Luisma (Rafa Cruz, 67), Adri Cuevas (Enrique, 62), Cecilia, Copero y Juanito (Cortijo, 30)
–nueva jarilla-Borja, Dani (Adri, 70), Lebrón, Nono (Beni, 46), Pesca, León, Juanma, Isma, Nene (Carlos, 61), Iñaki (Fernando, 70) y Víctor
Arbitro: Moreno García, de Ubrique. Tarjetas amarilla a los locales Borja, Toni, José Carlos, Cortijo y Rafa Cruz; y a los visitantes Iñaki, León, Nene, Dani, Víctor e Isma, y roja directa a Víctor en el minuto 83
Goles: 1-0 Juanito (m.1)2-0 Luisma (m.3)3-0 Cortijo (m.46)4-0 Adri Cuevas, de penalti (m.49)5-0 Cecilia (m.56)6-0 Cecilia (m.71)
Incidencias: Encuentro celebrado en el Campo de la Juventud. Asistieron unos doscientos aficionados, en su mayoría seguidores del equipo visitante. Pepe Correa, entrenador del Nueva Jarilla, vio el derbi desde la grada al estar cumpliendo su segundo partido de sanción tras ser expulsado en Rota; ocupando eventualmente sus funciones en el banquillo Juan José, el segundo entrenador

El derbi local entre el Xerez B y el Nueva Jarilla se ha resuelto con un rotundo marcador favorable a los filiales xerecistas, debido más que nada a las facilidades defensivas que dieron los de la pedanía, ya que al inicio de cada tiempo encajaron goles de seguido en los tres primeros minutos; errores que tras el cuarto gol azulino, -logrado de penalti por un absurdo agarrón de León a Adri Cuevas-, resultado se le ponía muy difícil de intentar igualar, teniendo enfrente a un Xerez B envalentonado que jugó mucho mejor cuando tuvo el tanteador solventado.
El primer tanto lo conseguía Juanito, antes de cumplirse el primer minuto, al recoger un rechace el corto de la zaga jarillense.Dos minutos más tarde, Luisma sorprendía a todos con el segundo tanto para los xerecistas, al culminar un pase de Copero.Con un marcador expedito en los primeros minutos, los de Juan Carlos Núñez se dieron vidilla para el resuello, sin dejar de vigilar bien al Nueva Jarilla, que se fue arriba con la idea de poder remediar el descalabrado comienzo, basándose en el contragolpe y en las aproximaciones al marco de Toni, para aprovechas algunas faltas o saques de esquinas. En el minuto 21, Nene lanzó un libre directo sobre el marco local, que tomó la escuadra derecha de Toni, pero que éste neutralizó con un desvío a la esquina. Isma y Nono también probaron suerte con algunos disparos, sin atinar con la red azulina.
Tras el descanso, los pupilos de Correa cayeron de manera sistemática al encajar el tercer y cuarto gol de forma seguida, y sin saber reaccionar.El gol que suponía el 5-0, logrado por Cecilia a pese de Copero, fue quizás lo más bonito del partido, en una prolongada, pero rápida jugada por la banda derecha, que partió del lateral derecho Sergio Iglesias.
Las cosas empeoraban por momentos para el Nueva Jarilla, que en el minuto 64 pudo disfrutar de lanzar penalti, en un derribo del central local Borja al jarillense Víctor; pero el árbitro hizo la vista gorda y no otorgó la falta en una jugada que fue de libro.Y peor que se les puso el resultado a los pedáneos con el sexto tanto, que fue de risa, cuando en un mal entendimiento entre los defensores y su portero, coge Cecilia el cuero por detrás de éste, y nada más que tiene que empujarlo para conseguir la media docena.
Pero no acabaron aquí todos los males del Nueva Jarilla, ya que en una falta cometida por Víctor a un contrario, el jugador entró en discusión con el juez de línea cuando el colegiado le fue a consultar; y en vez de mostrarle la cartulina amarilla, de la que se había hecho acreedor, que le suponía la segunda y la expulsión, el juez le mostró la tarjeta roja directa, por razones obvias, que le supondrá al jugador más de un partido de sanción.En definitiva, un severo varapalo que se lleva el equipo de la pedanía que, si bien fue merecedor de encajar la derrota, se nos antoja excesiva con el guarismo que lo hizo.

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