La Peña Sevillista de Ubrique ofreció este miércoles un homenaje a Cristóbal Soria, quien se mostró muy agradecido a los sevillistas ubriqueños por haberle dado este agasajo. El hasta ahora delegado del Sevilla expresó que estos once años ha desempeñado su tarea guiándose por su sentimiento sevillista y manifestó que cada día que pasa desde su despido es un día menos para su regreso al Sevilla. En el coloquio posterior a su intervención, varios asistentes hicieron constar su sorpresa por su cese y mostraron su solidaridad con el protagonista. Numerosas preguntas giraron en torno a los motivos reales en los que se basó el club para prescindir de sus servicios, y Soria concluyó que la aureola que se le ha atribuido desde poderosos medios de comunicación y desde otros clubes ha acabado por devorarlo. Dijo que tras la marcha de Caparrós, Pablo Alfaro y Javi Navarro, él era en la actualidad el único personaje que encarnaba esa imagen de defensor a ultranza de los valores y los intereses sevillistas y que por eso la mayor parte de las críticas de la prensa más influyente del país y de los adversarios deportivos iban dirigidas a él