La huelga general del 9 de septiembre de 2010 fue un éxito rotundo en Ubrique. La protesta contra la reforma laboral del Gobierno, convocada por UGT y CC.OO., con el apoyo del Sindicato Andaluz de Trabajadores, tuvo un seguimiento masivo en este municipio. Prácticamente la totalidad de los establecimientos comerciales y negocios cerraron sus puertas desde primeras horas de la mañana.
El paro en la marroquinería fue igualmente masivo. La construcción paró también en su totalidad. Como habían anunciado en asamblea, los empleados de la empresa Biorreciclaje fueron a la huelga en su totalidad. La jornada se desarrolló con la normalidad habitual de una huelga legal y desarrollada de forma pacífica. El único comercio importante del casco urbano que abrió sus puertas al comienzo del horario laboral fue Mercadona, en el Paseo de la Esperanza, pero a mediodía, tras explicar un piquete informativo legal y pacífico las razones de la huelga, este establecimiento cerró sus puertas. Seguidamente, más de medio centenar de personas recorrieron Los Callejones, la avenida de España, plaza de la Estrella, avenida de la Diputación, calles Ingeniero Juan Romero Carrasco, San Sebastián, Pilita Abajo y Agua, hasta llegar a La Plaza. Durante el recorrido los manifestantes comprobaron el cierre de la práctica totalidad de los establecimientos y negocios.
En este recorrido sólo la farmacia de la avenida de España permaneció abierta. El piquete informativo explicó las razones de la huelga, los responsables del establecimiento decidieron mantener las puertas abiertas, y el piquete prosiguió su periplo.
Sólo en el funcionariado de la administración y el sector de la enseñanza el seguimiento fue desigual.
Por otra parte, sólo al final de la tarde, abrieron sus puertas algunos contados y minoritarios establecimientos, especialmente en la avenida de España.
Los convocantes de la huelga general, que consideraron un éxito la protesta, opinan que la reforma laboral no servirá para crear empleo, no reducirá la dualidad del mercado laboral y aumentará la temporalidad, facilita y abarata el despido, refuerza el poder empresarial para modificar unilateralmente las condiciones de trabajo, debilita la negociación colectiva y privatiza la gestión del desempleo.
Insisten en que la reforma laboral aprobada por el Gobierno recorta la indemnización por despido de 45 días por año a 33, de los que el Estado pagará ocho; facilita a los empresarios el despido individual y colectivo si la empresa argumenta que hay causas objetivas o simplemente porque "está en crisis", reduce la capacidad de negociación de los sindicatos, anula la eficacia de los convenios colectivos y da más poder a los empresarios a la hora de contratar sustituyendo a los servicios públicos de empleo. En resumen, para los oconvocantes, "la reforma laboral del Gobierno recorta los derechos laborales y sociales, da más poder a los empresarios y quita capacidad de maniobra a los trabajadores y a sus sindicatos de clase".
El Periódico de Ubrique mantuvo desde las OO horas del 29 de septiembre hasta las OO horas del día 30 su página web desactivada con el anuncio de la huelga general.