Los sindicatos hablan de un 90% de apoyo, aunque desigual en las plantillas municipales de los distintos ayuntamientos. En Arcos, la protesta queda solapada por la festividad del patrón San Miguel
La Sierra gaditana vivió ayer la huelga general con un amplio seguimiento que los sindicatos cifraron en un 90 por ciento de respaldo. No obstante, la jornada reivindicativa tuvo algunas particularidades como en el caso de Arcos, donde coincidió con la celebración festiva de su patrón San Miguel, quedando la protesta prácticamente solapada.
Establecimientos, comercios, bares y organismos cerrados y calles semivacías fue la tónica en la comarca, donde no hubo incidentes de relieve pese a la presencia de algunos piquetes. Si bien, en la tarde se normalizó la situación y los comercios volvieron en algunos sitios a levantar sus persianas para iniciar la actividad.
Las centrales comarcales de UGT y CCOO, así como el SAT, resaltaron que en el caso de Villamartín, Puerto Serrano, Espera ó Alcalá del Valle la respuesta a esta cita fue casi del 100%, garantizando el éxito de la convocatoria. En otras grandes poblaciones como Ubrique y Olvera, los sindicatos cifraron el respaldo entre un 80 y un 85 por ciento en los centros de trabajo.
Por ejemplo, en Villamartín, municipio que acoge la mayoría de servicios comarcales, fue el blanco de una caravana de piquetes que, desde bien temprano, persuadieron con su presencia para impedir la apertura del supermercado Mercadona o forzar el cierre de la firma Día o la piscina municipal. También, los sindicalistas negociaron para que no se abriera la planta de transferencia de los residuos sólidos urbanos que presta servicio a buen número de pueblos serranos, con lo que la presencia de contenedores repletos de basuras fue otro de los signos de la paralización de la actividad. La Mancomunidad y el Grupo de Desarrollo Rural, que dan cobertura a los 19 municipios, permanecieron sin actividad, al igual que el Consistorio, donde la plantilla se sumó casi al completo. El único punto villamartinense que se le resistió al piquete informativo, que estuvo presidido por los representantes comarcales, Juan Antonio Rodríguez Sánchez (UGT) y José María Rodríguez Ramírez (CCOO), fue la oficina del Inem que, pese a la presión, los empleados públicos continuaron con su labor.
No hubo novedad en el sector sanitario, aunque mayoritariamente los centros de salud de Setenil de las Bodegas y Alcalá del Valle secundaron la huelga, aunque se garantizó los servicios mínimos. En cuanto a Educación, la mayoría de centros de la zona no tuvieron actividad lectiva por la falta de niños, que no acudieron al colegio.
En Ubrique, el alcalde, Javier Cabezas (PA), informó que la mitad de la plantilla municipal trabajó en las dependencias con normalidad. A primeras horas de la mañana, los piquetes se plantaron a las puertas de diferentes firmas de moda como Stradivarius y Celop, y supermercados para impedir sus aperturas, según indicó el alcalde. También, el servicios de recogida de basuras secundó la protesta. En esta población como en otras de la Sierra, al paso de los piquetes se echaban muchos cierres que tras su ausencia se volvieron a levantar. También hay que destacar que hubo actividad dentro de centros de trabajo, aunque con las puertas cerradas.
La plantilla municipal en el Ayuntamiento de Grazalema estuvo ayer al 50% y en Olvera, según adelantaron las centrales sindicales, el seguimiento fue del 85% en los establecimientos, bares y negocios.
Cabe destacar que en Arcos, UGT y CCOO acordaron con el Ayuntamiento el atraso hasta las doce de la noche de la inauguración del alumbrado festivo para la Feria de San Miguel, con el objetivo de que no coincidiera con la huelga general