El pueblo de Villamartín se echa a la calle para vivir a lo grande la festividad mientras que Ubrique, Alcalá del Valle y Algar celebran las tradicionales jornadas de sus patronas
Cientos de personas celebraron ayer la tradicional romería de la Virgen de las Montañas, en Villamartín, en una jornada calurosa pero llena de entusiasmo y alegría para vecinos y visitantes.
La jornada festiva arrancó muy temprano con la misa de romeros, a las seis de la mañana, en la parroquia de Nuestra Señora de las Virtudes, espacio desde donde salió la comitiva en dirección al santuario de Pajarete. Con la apertura del día, eran ya muchos los vecinos madrugadores que no quisieron perderse el recorrido del Simpecado por las calles del pueblo, que estuvo acompañado por mujeres ataviadas de flamencas, carrozas, enganches y jinetes a caballo. Es una estampa muy esperada cada septiembre por todos ya que es el mes festivo por excelencia en este pueblo.
Tras las oportunas paradas, el Simpecado y los villamartinenses se reunieron con la Virgen de las Montañas en Pajarete. Numeroso público compartió la Eucaristía, al mediodía, y posteriormente celebraron la salida de la Virgen por el entorno de su santuario. Cabe recordar que la imagen de la Virgen Chiquita, como se le conoce popularmente, cumplió el pasado año 25 años de su coronación.
Otros municipios serranos celebraron, ayer , también, sus tradicionales fiestas en honor de sus patronas. Por ejemplo, en Ubrique los vecinos procesionaron, a partir de las siete de la tarde, a Nuestra Señora de los Remedios, que salió desde la iglesia parroquial para recorrer las calles.
En Algar, los vecinos festejaron el día de Nuestra Señora de Guadalupe, la patrona del pueblo. En Alcalá del Valle, sus vecinos, también estuvieron de fiestas patronales en honor de Nuestra Señora del Valle