La UE deja abierta esta posibilidad a dos productos españoles, uno de ellos la piel de Ubrique, donde se concentran casi 500 empresas· La Consejería de Economía da su respaldo a esta acción
El consejero de Economía, Antonio Ávila, observa las exposiciones que alberga el nuevo Centro Tecnológico de la Piel, de Ubrique.
Ubrique aspira a conseguir una denominación de origen europea para la artesanía de la piel que la posicionará como un producto único y exclusivo. La misma Unión Europea (UE) ha elegido a la marroquinería serrana como uno de los 17 productos de todo el marco europeo que están en el puesto de salida para conseguir esta distinción, después de realizar un estudio de viabilidad sobre este sector.
Así, en una primera ronda la UE abre esta posibilidad a la piel de Ubrique y al calzado de Elche, en España, que se medirán con otros productos de excelencia como el acero alemán, el cristal de Murano, los bordados de Madeira o el mármol de Carrara. Para conseguir la licencia de certificación de la indicación geográfica, las empresas deberán cumplir con un reglamento específico.
La denominación de origen es una aspiración de la Asociación de Empresas de Complementos de Moda y Piel (Empiel). El propio consejero de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, mostró ayer ante el empresariado ubriqueño su plena disposición a realizar toda la labor de apoyo que sea necesaria para sacar adelante esta denominación. «Muestro mi voluntad para todo lo que se plantee y requiera apoyo institucional en Bruselas o en la estructura de la Junta», dijo, durante la inauguración de las nuevas instalaciones del Centro Tecnológico de la Piel de Andalucía (Movex), con sede en esta localidad.
Empiel lleva ya un año inmerso en trabajos para lograr esta distinción. Su presidente, José Pulido, recuerda que es fundamental en esta apuesta el apoyo de todos de cara a dar «una imagen común para posicionarnos como los primeros». Por eso, esta organización tiene la intención de viajar, a partir de septiembre, hasta Bruselas para compartir una reunión con los técnicos europeos que elaboran el reglamento de esta denominación y mantener contactos con los grupos del Parlamento europeo para que los arropen.
El consejero Antonio Ávila se reunió en la comarca con una veintena de responsables de un sector, que agrupa en Andalucía a 500 empresas y mueve un volumen de facturación de 600 millones anuales. La mayoría de las industrias se asienta en la Sierra de Cádiz, en concreto en Ubrique y su entorno, que acapara el 92 por ciento de la actividad. Sobre la mesa, marroquineros y administración hablaron de la necesidad de la cooperación para agilizar trámites de cara a la producción; de la mejora de los procesos de fabricación y la importancia de la investigación para poder competir en los mercados.
Ávila destacó las fortalezas del sector y algunas asignaturas pendientes como la externalización. «Ese es un ámbito en el que queda mucho por hacer. Si nuestros mercados fallan siempre hay otros alternativos», comentó.