Fuerte caída de parados en Ubrique por la reactivación del sector de la piel

El incremento de pedidos de cara a la próxima campaña navideña es el responsable de que la localidad cuente con 339 desempleados menos

LOS DATOS

Ubrique. En septiembre 2010 un total de 3.810 parados; en enero, 3.263; y hace un año, 2.463.

Arcos. En septiembre 2010 un total de 5.294 parados; en enero, 5.404; y hace un año, 5.404.

Villamartín. En septiembre 2010, 1.860 parados; en enero, 1.961; y hace un año, 1.822.

Cuando los motores económicos fallan, todo lo que se encuentra alrededor termina fallando. La frágil economía de la Sierra está sucumbiendo a la crisis económica que afecta al país, lo que se está traduciendo en unas tasas de paro que resultan preocupantes. Un aumento de las familias que necesitan diferentes ayudas sociales y la consecuente saturación de los recursos de los que disponen los ayuntamiento para poder auxiliar a sus vecinos. Esta situación se produce porque los generadores de empleo en la zona -construcción, turismo, agricultura y piel-, no están siendo capaces de generar suficientes puestos de trabajo.

El panorama negativo contrasta con un breve repunte del empleo que genera la piel, la gran mayoría de ellos en Ubrique. En dicha localidad los nueve primeros meses del año están sirviendo para comenzar a sacar la cabeza del pozo laboral en el que se encontraba metida de lleno. Un municipio con unos 17.000 vecinos, de los que 12.000 conforman la población activa, soportaba en enero 3.810 parados, más del 20% de tasa de desempleo, de los que 1.827 pertenecían al sector industrial, es decir a la piel.

Estos primeros nueve meses ya transcurridos le han venido de perlas a 547 trabajadores que han dejado de engrosar las listas del SAE (Servicio Andaluz de Empleo) o de ser ofertantes de puestos de trabajo, según la última denominación que quiere emplear el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. Lo cierto es que, llámese como se llame, en septiembre se cifraban en 3.263 los ubriqueños que estaban sin empleo, sin contar los que se encuentran realizando diferentes cursos de formación. No obstante, a pesar de lo positivo de la bajada, hace doce meses la localidad contaba sólo con 2.463 parados y, por entonces, ya esos datos se consideraban negativos.

Esta creación de puestos de trabajo está directamente relacionada con la puesta en marcha de la nueva campaña de la piel. El incremento de pedidos para esta temporada ha sido la responsable de que el sector industrial cuente, a día de hoy, con 339 desempleados menos que en enero de 2010. Además, la mayoría del resto de trabajadores que han encontrado un puesto de trabajo en Ubrique también forman parte de empresas auxiliares u otros negocios de la localidad que viven de lo que genera la piel.

El presidente Empiel, la patronal del sector, José Pulido, ha destacado que esta reactivación se debe, en gran medida, al «incremento de pedidos por parte de las grandes marcas que comienzan a ver las ventajas que tiene producir en Ubrique a hacerlo en Asia», destacando «la calidad, la fiabilidad y la cofidencialidad». Dicho incremento está relacionado también con los pedidos que hacen las tiendas para la campaña de Navidad. Pulido recordó que, hace unos ocho meses, se comenzó a tramitar la Denominación de Origen Europea de la Piel que se espera que «sea un revulsivo para el sector y sirva como marca paraguas de la calidad, sustituyendo a la marca Ubrique». Empiel prevé que el proceso para obtener dicha denominación pueda concluir en un año y medio.

Los trabajos en la Sierra

La construcción, centro de toda la crisis, generaba la mayoría de los empleos en la Sierra. El desplome de la misma ha provocado que los vecinos que a diario trabajaban en la Costa de Sol, Sevilla o Huelva, no hayan tenido más remedio que tratar de buscar jornales sueltos en el campo, cosa que escasea, acudir a las chapuzas o esperar a que la cosa mejore. El campo, por su parte, hace años que es incapaz de tirar de la economía serrana y se hace necesaria una mejora y modernización de la agricultura y la ganadería.

Otro de los ejes de desarrollo, el turístico, está aguantando el tirón, aunque no sin problemas, pero tampoco termina de consolidarse como el gran generador de empleo que siempre aspira a ser. Con estas circunstancias, una de las pocas industrias importantes de la comarca, la de la piel, vuelve a ser la encargada de tirar del carro del desarrollo de buena parte de la Sierra.

No obstante, la marroquinería ya pasaba por un momento complicado antes de que se desatara la crisis económica, debido a la competencia con la mano de obra barata de los países asiáticos. Circunstancias que se agravaron con cuestiones como la bajada del consumo y los problemas para el acceso al crédito

La voz

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