Muere otra persona por intoxicación alimentaria en la provincia de Cádiz

La fallecida es una mujer de unos cincuenta años que había tomado un revuelto de patatas con huevos en la venta Las Cumbres de Ubrique Una mujer de Ubrique ha muerto tras haber consumido un revuelto de patatas con huevos en la venta Las Cumbres, en las afueras de la localidad serrana. Los hechos ocurrieron el pasado Sábado Santo, cuando la fallecida, Milagros Ruano fue a almorzar con varios miembros de su familia al conocido establecimiento ubicado en la entrada del pueblo.

Tanto ella como su prima, su hermana y el marido de ésta comieron un revuelto, uno de los platos más típicos en esta zona. Todos tuvieron los mismos síntomas; dolor de estómago, vómitos y diarreas. Pero Milagros se sintió peor y acudió al centro de salud de Ubrique. De ahí la trasladaron inmediatamente al Hospital Virgen de Las Montañas de Villamartín desde donde fue trasladada en ambulancia al Hopital de Jerez. Allí poco pudieron hacer por ella. Fue ingresada en la UCI hasta que falleció el lunes, a las once de la noche aproximadamente.

Desde el primer momento se barajó la teoría de que la causa del fallecimiento pudo haber sido una intoxicación por salmonelosis por lo que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha abierto una investigación para esclarecer la muerte de esta ubriqueña. También ha cundido el rumor de que los afectados por la intoxicación habían ingerido setas pero miembros de esta familia han desmentido esta información.

El SAS ha iniciado todos los protocolos habituales en casos de esta tipo, a la espera de las conclusiones de la autopsia que se le practicará hoy a la fallecida. También han iniciado unas encuestas epidemiológicas a los familiares de Milagros Ruano para obtener más datos sobre lo sucedido.

Tanto es así que anoche, cuando el cuerpo de Milagros había llegado al tanatorio Ubrique donde la esperaban familiares y amigos para velarla se personó una médico forense y reclamó los restos mortales de la fallecida para realizar una autopsia forense. La familia, que no había presentado denuncia aún, asitió perpleja a un nuevo traslado de su familiar.

El establecimiento donde se produjeron los hechos es de sobra conocido en la localidad serrana. Las Cumbres es una venta situada a la entrada del pueblo en la que han trabajado tres generaciones de mesoneros. El local permanece cerrado desde que tuvieron noticias de la intoxicación por voluntad de los propietarios.

La Guardia Civil, que ha inspeccionado el local no ha encontrado ninguna anomalía a simple vista, por lo que no se ha precintado la vental.

diario de cádiz

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