La aprobación de la Autonomía Andaluza por la vía rápida, el 28 de febrero de 1980, encontró a una comarca excesivamente deprimida que hoy mira al turismo como un motor de desarrollo económico y capaz de crear empleo. En las tres últimas décadas y media se han desarrollado importantes proyectos, tanto públicos como privados, que han logrado poner a los Pueblos Blancos en el mapa de los turistas nacionales o extranjeros.
Antes de aprobarse este documento, ya se comenzaba a ver el potencial de esta zona del interior de la provincia. En los años sesenta en Arcos se trató de potenciar un crecimiento mirando al Lago como su principal motor y con la Barriada de El Santiscal, La Molinera, como punta de lanza. La idea de explotar esta barriada como una zona turística la tuvo el Eduardo de León y Manjón, conde de Lebrija, que puso sus ojos en este lugar. Películas como Juicio de Faldas ayudaron a dar fama turística a este espacio. El Complejo Turístico Mesón de la Molinera fue inaugurado por el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, en 1966. En ese mismo año, el mismo ministro también inauguró el Parador del Turismo en la Casa del Corregidor.
Tras la apertura de La Molinera y el Parador, el desarrollo turístico también comenzó a llegar a la comarca a través de la empresa pública, dependiente de Diputación, Turismo Gaditano S.A. (Tugasa). Dicha empresa comenzó a impulsar proyectos turísticos en los pueblos más deprimidos de la provincia, siguiendo con el desarrollo tras la aprobación del Estatuto de Autonomía Andaluz.
Desde entonces, los proyectos privados se han ido sucediendo y a la red de Tugasa, con hoteles en Olvera, Setenil y Zahara entre otros, y elParador de Arcos se han ido uniendo importantes instalaciones turísticas que han permitido explotar zonas como las de Grazalema, El Bosque, Ubrique o Algar y sus entornos, entre otros.
Un grado de desarrollo mayor representó la instalación del campo de golf de Arcos, Arcos Gardens que hoy se llama Arcos Golf, en 2006, que abrió la puerta a la posibilidad de que la zona contara con más instalaciones de este tipo que quedaron paralizadas por la crisis. Ubrique, Espera, Villaluenga, Bornos o Prado del Rey comenzaron a plantearse la posibilidad de crear campos de golf, y contaban incluso con inversores, pero todos los proyectos se esfumaron con la crisis. El único que sigue en pie, o al menos eso defiende el Gobierno local de Arcos, es el de la finca de la Merced que se pretende sacar adelante.
El techo del desarrollo no se ha tocado aún, se defiende desde todos los frentes políticos en la comarca, y sobre la mesa se encuentran proyectos importantes de desarrollo como el macrocomplejo de El Postuero, de Royal Iberia y Promovalor que pretenden construir un hotel de 170 habitaciones a todo lujo en Arcos; el hotel de Benarco en esta misma localidad; o el Centro Hípico de Villamartín, entre otros muchos. La situación económica ha ralentizado estas iniciativas aunque la comarca sigue esperanzada con que puedan materializarse. Además, el aprovechamiento mayor del turismo de naturaleza es una de las aspiraciones de la comarca, siguiendo el camino marcado por la inauguración de la Vía Verde de la Sierra que está cosechando un gran éxito.
Aumento de plazas
Aunque el registro de las instalaciones turísticas no se controlaba al inicio de los ochenta como hoy, desde el Patronato Provincial de Turismo destacan que en 1.991 existían 37 hoteles en la Sierra de Cádiz, así como un camping y ninguna agencia de viajes. Ya en 2014 había 65 hoteles y nueve empresas de turismo activo. Dicho Patronato se fundó en 1.982 y por entonces la provincia contaba con 10.000 plazas hoteleras distribuidas en 148 establecimientos. Había cuatro campos de golf, diez campings y cerca de 300 restaurantes. En la actualidad todo se ha multiplicado y las plazas hoteleras rondan las 50.000 con cerca de 500 establecimientos abiertos al público, restaurantes hay más mil, campos de golf 22 y campings cerca de 40. Además, en su entorno han surgido un sinfín de empresas que de manera directa o indirecta también se benefician de la llegada de turistas a estos establecimientos.