El pueblo blanco del que vinieron los bolsos de lujo

La provincia de Cádiz esconde uno de los secretos mejor guardados del lujo; la privilegiada manufactura de los artículos de cuero de Ubrique

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21 de agosto de 2017

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© GTRESONLINE

EL MUNINCIPIO DE UBRIQUE.

Alba Correa@_albacor — Las formaciones rocosas que lo resguardan lo convierten en uno de los tesoros mejor guardados de Andalucía. Es una de las poblaciones que integran la conocida como “ruta de los pueblos blancos”, y la belleza de su paisaje no es el único secreto de su orografía blanca escalonada. No son exactamente montañas, pero los gigantes de la moda de lujo evitan revelar que Ubrique es una de las principales fuentes proveedoras que nutre su oferta de exclusivos complementos de piel.

Situado en la provincia de Cádiz, en el corazón de un paraje natural privilegiado, entre el Parque Natural de los Alcornocales y el de la Sierra de Grazalema, un reportaje de la BBC se refiere a este munincipio como el proveedor secreto de los diseñadores más importantes del mundo, (y bajo fuertes acuerdos de confidencialidad). Y existe una razón de peso para tanto misterio; el miedo a las copias fraudulentas lleva a las firmas a proteger el proceso de producción de estos artículos de piel todo lo posible. Y hay otra más, todavía más importante, por la que confiar en la manufactura de una pequeña población del Sur (hablamos de 17 mil habitantes) tan alejada de las capitales que rigen la actualidad de la industria; su saber hacer es, sencillamente, imbatible.

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© CORTESÍA DE RANCHEL MODA

IMGEN DEL PROCESO DE HILADO.

Tan imbatible que una millonaria industria basada en el cambio constante, como es la moda, no se puede permitir cambiar a los artesanos de Ubrique por los de otras poblaciones donde se ahorrarían cuantiosos costes en mano de obra, tal y como intentaron, al comienzo de la crisis, trasladando su producción a países asiáticos. Un 80% de la producción que sale de estas fábricas va a parar al extranjero, principalmente a Europa y Asia, según nos cuenta Juan Antonio Sánchez, director ejecutivo de Ranchel, un fabricante artesanal de productos de cuero, que desde los años 70 opera en la labor de crear estuches, bolsos, carteras y objetos de piel a medida.

El reportaje de la BBC da, entre las firmas que producen o produjeron sus artículos de cuero en Ubrique, nombres propios tan relevantes como Louis Vuitton, Gucci, Hermès, Chanel, Chloé, Loewe y Carolina Herrera. Y aunque por las cláusulas de confidencialidad no podemos saber si actualmente son estas u otras firmas las que producen en Ubrique en Vogue.es, hemos querido saber a través de Sánchez, qué supone para los protagonistas de esta actividad, ser los artífices de estos objetos de deseo.

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PROCESO DE CORTE.

Más de la mitad de la población del pueblo se dedica a este sector, y para una población de 17 mil personas, se podría hablar de una economía entera sostenida por esta tradición. ¿Qué significa esta tradición a nivel social, económico y también cultural para Ubrique?
Sí, prácticamente la economía de Ubrique está sostenida por la industria de la piel. No sólo existen fábricas sino también proveedores de materiales, logística, etc. que tienen su sustento en este sector. Este trabajo artesanal tan reconocido tiene mucha influencia igualmente a nivel social y cultural, el pueblo recibe muchas visitas turísticas movidas por este sector, tenemos así mismo un Museo de la Piel en el que los visitantes pueden comprender cómo ha evolucionado la artesanía de la piel desde sus orígenes a la actualidad.

Ubrique es el responsable del 90% de la producción de artículos de piel de Andalucía y exporta a todas partes del mundo

Juan Antonio Sánchez – CEO en Ranchel

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PROCESO DE REBAJE.

Llevan en Ranchel desde los años  70 trabajando el cuero, pero la tradición de este oficio en Ubrique se remonta unos 200 años atrás. ¿Cuál es el origen y cómo se enraizó esta tradición en el pueblo y ha llegado hasta hoy?
Los habitantes de Ubrique se iniciaron en el mundo de la curtición de pieles, aprovechando los bienes naturales que el entorno ofrecía, la tierra rica en agua en la que estamos y los parques naturales que nos rodean. Más tarde, comenzaron a iniciarse en la fabricación de artículos de piel con una forma de trabajar totalmente natural de la que los trabajadores supieron hacer un arte. En los inicios el trabajo se realizaba con herramientas más rudimentarias, poco a poco la industria fue evolucionando y Ubrique consiguió darse a conocer exportando el resultado de su trabajo. En concreto uno de los artículos más conocidos fue la petaca, una bolsa de cuero usada para guardar el tabaco. A partir de este producto se empezó a conocer a los artesanos como «petaqueros». Poco a poco el trabajo fue evolucionando y se pasó a fabricar monederos, bolsos, etc. En la década de los 70 fue cuando más se impulsó y expandió el mercado hacia el extranjero, y a día de hoy Ubrique es el responsable del 90% de la producción de artículos de piel de Andalucía y exporta a todas partes del mundo. La industria no ha dejado de evolucionar aunque siempre conservando la mano de obra artesanal.

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PROCESO DE PEGADO.

Según se puede leer en la web de Ranchel son muy transparentes con todo lo referente a estándares de calidad, incluso en el cumplimiento de criterios ecológicos, etc. ¿En qué descansa esta calidad y este buen hacer profesional que les ha hecho a ustedes imprescindibles para sus clientes?
La calidad es nuestra identidad. Cada artículo se confecciona uno a uno por diestras manos artesanas que ensamblan sus piezas y les dan forma cuidadosamente. Es un trabajo realizado con esmero y maestría. Esta forma de trabajar artesanal se ha ido  transmitiendo de padres a hijos a lo largo de generaciones. Esta dedicación es lo que aporta  la calidad de nuestros artículos. También disponemos de fuertes controles de calidad antes de que salgan los productos de Ranchel.

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PROCESO DE TIMBRADO.

La crisis hace 10 años les afectó en la medida que parte de sus clientes les dejaron para producir en países asiáticos donde seguramente ahorrarían costes, pero muchos artesanos esperaron en sus puestos de trabajo porque sabían que estos clientes volverían por la calidad. Y eso fue lo que ocurrió. ¿Qué fue, en su opinión, lo que les hizo regresar?
Por supuesto, la etiqueta «Hecho en España» aporta prestigio al artículo. Estas marcas que se marcharon a producir sus artículos en Asia comprobaron más tarde que aunque los costes eran menores sus estándares de calidad se vieron afectados. Alguien que está comprando un artículo de lujo exige productos con calidad superior tanto en la elaboración como en el acabado. Lo importante es ofrecer un plus de distinción y exclusividad.

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