El esperado juicio del caso Karlos ya tiene fecha. Arrancará en la Audiencia Provincial de Cádiz el 11 de abril, constará de 18 sesiones y concluirá el 10 de junio. Cinco años han pasado desde que la Guardia Civil descubriera un fraude a la Seguridad Social aún sin cuantificar. Meses de investigación sirvieron para desarticular una organización que vendía informes médicos falsos a beneficiarios que obtenían pensiones de invalidez ilegales tras el pago de hasta 24.000 euros.
La implicación de Campanario es "la más grave" del caso, según los agentes
La primera detención se produjo el 6 de abril de 2006. Caía el presunto cabecilla de la trama, Carlos Carretero, ex jefe de la Policía Local de Ubrique. Horas más tarde, el caso saltaba también al papel cuché. La Guardia Civil arrestaba a la mujer del torero Jesulín de Ubrique, María José Campanario. En un comunicado, el Instituto Armado contaba que su caso era "el más grave" de cuantos se habían investigado. La fiscalía pide para Campanario cuatro años y medio de prisión. Se le acusa de haber pagado a Carretero 24.000 euros con el fin de conseguir una baja fraudulenta para su madre, quien, a su vez, fue suplantada en la revisión médica previa a la concesión de la pensión por la progenitora de la secretaria del cerebro de la operación. La esposa del diestro evitó entonces la cárcel tras el pago de una fianza de 12.000 euros.
Por el banquillo de los acusados pasarán hasta junio cerca de una treintena de imputados. Entre ellos, el ya mencionado Carretero, el inspector médico del Servicio Andaluz de Salud (SAS) Francisco Casto; varios facultativos, beneficiarios de las pensiones y colaboradores de los receptores de las bajas.
Los reiterados intentos de la defensa por conseguir la anulación de las escuchas telefónicas que destaparon el supuesto fraude han retrasado la vista. Hasta el momento, ya se han anulado cuatro jornadas completas de grabaciones y la batalla iniciada por la defensa no acaba aquí. En la primera jornada del juicio, el 11 de abril, los abogados de los imputados volverán a pedir la nulidad de los pinchazos.
Sin embargo, todo apunta a que solo será un último intento, ya que la propia defensa descarta que el litigio se pueda archivar sin celebrarse. A pesar de que la Audiencia sí anuló cuatro jornadas completas de grabaciones, aún quedan horas de grabaciones que evidencian el fraude.