Izquierda Unida celebró en el cementerio el jueves 14 de abril de 2011 un acto con motivo del 80 aniversario de la proclamación de la II República española. El coordinador local, José García Solano, depositó una ofrenda floral en el monumento a las víctimas de la represión subsiguiente al golpe de Estado de 1936, y anunció que en caso de tener posibilidades de hacerlo tras las próximas elecciones municipales, IU institucionalizará la conmemoración del 14 de abril
Seguidamente el historiador Fernando Sígler, miembro de la Asociación Papeles de Historia, leyó un breve discurso sobre el significado de la proclamación de la República.
El texto del discurso fue el siguiente:
"El 21 de enero de 2006 nos reunimos aquí para rendir homenaje a las víctimas inocentes de un dictadura que empezó con un golpe de Estado contra el régimen constitucional que había nacido, como hoy, un 14 de abril.
Fue hace 80 años. Recordemos que tras el paréntesis de la Dictadura de Primo de Rivera, el último gobierno de la monarquía se planteó ‘normalizar’ la vida política del país mediante un programa de sucesivas convocatorias electorales. La primera de ellas se fijó el 12 de abril de 1931. Se trataba de renovar la composición de los ayuntamientos, y ésta fue una oportunidad que las fuerzas antidinásticas aprovecharon para plantear estos comicios como un verdadero plebiscito sobre la forma política del Estado (monarquía o República).
El único mitin electoral celebrado en Ubrique en esta campaña lo organizó el Círculo Republicano-Socialista en el Salón Siglo XX. Ante un auditorio de 400 personas, intervinieron los republicanos ubriqueños José Esquivel y Domingo Agüera Domínguez y el futuro diputado Santiago Rodríguez Piñero.
Fueron las primeras elecciones en mucho tiempo limpias y transparentes. En Ubrique se votó en cinco colegios electorales, ubicados en las dos escuelas nacionales de la ermita de San Pedro, la oficina de Sanidad de la calle Ingeniero Juan Romero Carrasco, la escuela de la calle Sagasta y una casa particular de la calle Toledo.
Sabemos que en el conjunto del país el triunfo cualitiativo correspondió a las candidaturas antidinásticas, reunidas en la Conjunción Republicano-Socialista, y fue tan significativa su vicoria (en concreto, en 41 capitales de provincia) que los resultados de unos comicios municiaples provocaron la caída de todo un régimen. Al conocerse estos resultados el país se echó a la calle, España se convirtió en una verdadera fiesta democrática, y el 14 de abril de 1931 fue proclamada oficialmente la II República española.
En Ubrique las elecciones del 12 de abril dieron la victoria también a la Conjunción Republicano-Socialista, que obtuvo cinco concejales; la lista monárquica logró cuatro y hubo cinco independientes. Entonces las listas eran abiertas y el elector podía confeccionar a su gusto el orden de los elegidos. En Ubrique el más votado fue Francisco Vallejo Canto, hojalatero de profesión, miembro del Partido Republicano Radical (que, pese a su denominación, ocupaba un espacio moderado dentro del espectro republicano). Vallejo figura aquí, en este monumento, como una de las víctimas asesinadas por los golpistas. Se cuenta que el mismo día de la votación se oyeron vítores a la República por las calles de este pueblo.
Fue Vallejo, precisamente, como representante del Círculo Republicano-Socialista, quien, junto con el líder de la Juventud de esta coalición, Gregorio Crespo, firmó la solicitud de autorización para celebrar por las calles de Ubrique el advenimiento de la República. Los ubriqueños se manifestaron el 15 de abril e izaron la bandera tricolor en el balcón del Ayuntamiento. El día siguiente, 16 de abril, a las nueve de la noche, se constituyó oficialmente la nueva corporación salida de las urnas. Aquélla fue una jornada histórica.
En el ambiente dominaba la ilusión por el nacimiento de un régimen anhelado durante décadas porque la República representaba una oportunidad para crear una sociedad que eliminara la injusticia social y un sistema político verdaderamente democrático que superara la lacra del caciquismo y la oligarquía de la época de la Restauración.
Muestra de este ambiente de amplio acuerdo ciudadano con el que nació la República es que en Ubrique todos los grupos apoyaron al candidato a alcalde y eligieron para presidir el primer Ayuntamiento republicano a José Esquivel Suárez, industrial zapatero y miembro también del Partido Radical.
Junto con Esquivel y Vallejo fueron elegidos también dentro de la conjunción vencedora Pedro Rubiales García, comerciante sombrero y asimismo del Partido Radical; Rogelio Moreno del Castillo, obrero petaquero y socialista independiente; y Andrés García Fernández, petaquero, socialista y dirigente de la Sociedad de Obreros Petaqueros, de UGT.
Comenzaba una nueva etapa histórica en nuestro pueblo, pero para llegar a ella se había recorrido un largo camino. La generación que acababa de acceder al poder local era heredera de quienes forjaron los valores de progreso, cultura, justicia social y democracia política desde el último tercio del siglo XIX. Existía el precedente del llamado Sexenio Democrático, cuando los ubriqueños gritaron ¡Abajo los consumos!, el impuesto impopular por antonomasia, y proclamaron la I República.
Los republicanos de 1931 también recogieron la tradición cultural representada por los regeneracionistas. No en vano, el núcleo ilustrado reunido en la logia América (la más longeva de toda Andalucía) habían creado a finales del siglo XIX el Círculo Instructivo «Luz de la Sierra». Precisamente, a esta misma logia pertenecieron el primer alcalde republicano, José Esquivel, el primer teniente de alcalde, Francisco Vallejo, y el elegido como procurador síndico, el independiente Juan Aragón Luque.
La II República recogió la tradición intelectual de pensadores de la Generación del 98, como Unamuno o Valle-Inclán, y de la Generación del 14, cuya figura representativa fue Manuel Azaña, quien desde el foco del pensamiento libre del Ateneo de Madrid llegó a ser ministro, presidente del Consejo de Ministros y presidente de la República.
Los republicanos ubriqueños también eran herederos de una rica tradición cultural. Muchos de ellos habían sido fundadores e impulsores de la Sociedad Cultural La Biblioteca, que coeditó desde el año 1922 un interesante “Boletín” conjuntamente con la entidad hermana de Prado del Rey, y en cuyo número 1 decía que su propósito era llevar a los lectores el convencimiento de las ventajas que produce en todos los órdenes la instrucción y la educación.
Con el cambio de régimen la nueva corporación quiso rendir homenaje a los protomártires de la República y dio el nombre de Fermín Galán y García Hernández a la plaza de Abastos y la plaza de San Juan. Además, la hasta entonces llamada Plaza de Alfonso XIII se llamó desde entonces Plaza de la República.
El régimen nacido como hoy un 14 de abril trajo también las primeras medidas sociales con las que se intentó resolver la “cuestión social”. Se valoró la herencia de la Junta Local de Reformas Sociales creada a principios del siglo XX, y en esta línea, la República trajo la jornada laboral de ocho horas en el campo, propició la solución de los conflictos laborales por la vía del acuerdo entre patronos y obreros con los Jurados Mixtos, prohibió el desahucio de pequeños arrendatarios cultivadores que pagasen la renta y respaldó que se acordaran bases de trabajo con una subida de los salarios de los jornaleros (y esto fue importante en Ubrique, donde la mayoría de la población activa correspondía al sector primario y estaba agrupada en el Centro Obrero de Agricultores, de la CNT).
El Gobierno de la República también obligó a los propietarios a labrar sus fincas según los “usos y costumbres”. La República hizo realidad (pese a sus limitados resultados) un anhelo secular: la Reforma Agraria. En Ubrique, en cuyo término más de la mitad de la tierra lo ocupaban propiedades latifundistas, se señalaron 41 fincas pertenecientes a 15 propietarios para que se aplicaran en ellas este proyecto emblemático, si bien, por distintos problemas, esta iniciativa no pudo llevarse a cabo en este pueblo.
El nuevo régimen facilitó la participación política, y paulatinamente se fueron inscribiendo los distintos partidos: el 15 de julio de 1931 el Círculo Instructivo Republicano Radical, presidido por Francisco Vallejo. Entre los directivos del Partido Radical se encontraban José Gómez Sánchez, Cayetano Pizano López, Vicente Guerrero Angulo, Melchor Agüera Rojas y los hermanos José y Manuel Esquivel. Más adelante, de este grupo se escindirá el ala izquierda que fundará la Unión Republicana.
En enero de 1932 se constituyó el Partido Radical-Socialista, presidido por Pedro Viruez Carballo. Posteriormente, este partido se convertirá en Izquierda Republicana, donde militó el último alcalde republicano de Ubrique, Manuel Arenas “El Americano”. Más a la izquierda, el 3 de agosto de 1931 se constituyó la Agrupación Socialista de Ubrique en el Café Janeiro de la Plaza García Hernández, con Manuel Arenas Rubiales, Pedro Fernández Mena, José Castro Blanco, José Marín Gómez y Marcos León López, entre otros. La Juventud Socialista la fundó Andrés García.
Finalmente, el 25 de marzo de 1936 se fundó la Juventud Comunista, con José Antonio Orellana, José García Moreno, Alfonso Ramos y Pedro García.
La Constitución fue la gran aportación legislativa de la República, aprobada en diciembre de 1931. Su artículo primero decía: España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los municipios y las regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Estos eran los colores de la esperanza que nació, como hoy, un 14 de abril.
¡Viva la República!".
Información y vídeo:
http://www.iu-ubrique.org/index.php