La localidad gaditana, harta de la imagen que pinta de ella la prensa rosa, convoca una manifestación contra los programas del corazón en televisión
«Ubrique es conocido en el mundo entero por sus trabajos en piel para grandes marcas. Es un pueblo que esta pasando muchas dificultades por la crisis que afecta al sector manufacturero. En un momento en que los ubriqueños trabajan casi de sol a sol para poder tener un sustento mínimo, la gente se siente herida al ver cómo deterioran su imagen algunos programas de televisión». El alcalde de la población gaditana, Francisco Javier Pérez Cabezas, expresaba así en Onda Jerez el «clamor popular» que les ha llevado a convocar una manifestación para el próximo día 30 bajo el expresivo slogan de ‘Ubriqueños con acento, pero no catetos’.
La mayoría de los 17.000 habitantes de la pintoresca localidad, enclavada en la Ruta de los Pueblos Blancos, están hartos del retrato que de ella se hace en programas estrellas de la prensa rosa. Y citan en particular a ‘Sálvame’, de Telecinco, que no les quita ojo con motivo de la maraña de rifirrafes que protagonizan su vecino más conocido, el torero Jesulín de Ubrique, y su entorno actual o pasado: su esposa, María José Campanario; la madre de su hija mayor y acérrima enemiga de ésta, Belén Esteban, encumbrada por la citada cadena como ‘la princesa del pueblo’; su hermano, Víctor Janeiro, también diestro con el engaño dentro y fuera del ruedo a tenor de los trapos sucios que se airean en los platós para escarnio de su novia, Beatriz Trapote; y el padre de ambos toreros, Humberto Janeiro, prueba viviente de que de casta le viene al galgo. Y, a su sombra, un clan infinito de parientes, correveidiles y supuestas ‘exparejas’, a cual más esperpéntico, que han convertido el pueblo en un criadero de celebridades rurales y frikis dispuestas a alimentar el serial por los platós a golpe de talonario.
«No somos lugareños, somos ubriqueños», claman los vecinos. Y la corporación les ha respaldado con una declaración institucional: «Denunciamos que la presencia de vecinos y vecinas del municipio en determinados programas televisivos, donde sólo se representan a sí mismos y a su manera particular de entender las cosas, derive en una imagen irreal, falsa y distorsionada de esta sociedad».
Invasión
El malestar se acentúa ante el temor a una inminente invasión del pueblo por hordas de ‘paparazzi’ ávidos de seguir el juicio, que comienza este próximo lunes en la Audiencia Provincial de Cádiz, a una trama local que presuntamente falseaba certificados de incapacidad laboral. En la ‘Operación Karlos’ que destapó el caso se encuentran imputadas María José Campanario y su madre, como supuesta compradora de uno de los certificados, y otros personajes del pueblo; entre ellos, el ex jefe de la Policía Local ubriqueña, acusado de ser el cabecilla del tinglado