La Fiscalía pedía para el procesado, vecino de Ubrique, 21 años, ya que lo acusaba de un delito de malos tratos del que ha sido absuelto
La Audiencia Provincial considera probado que trataba a su exesposa de forma machistaJosé N. J. prendió fuego a un sofá y varias camas cuando la mujer inició la separación
Según contó el acusado el día del juicio, solo quería llamar la atención del resto de miembros de su familia, porque hacía meses que ninguno le dirigía la palabra y le trataban como «a una silla». Por eso, José R. N, un vecino de Ubrique de 53 años, prendió fuego a su casa, provocando un incendio que obligó a desalojar todo el bloque y que causó numerosos daños.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz, que lo juzgó, lo ha condenado por ello a once años y medio de prisión: diez por el delito de incendio, y un año y medio por otro delito de amenazas, ya que -según recoge la sentencia- advirtió a su hijo que iba a quemar la casa un mes antes de llevar a cabo su propósito. La Fiscalía pedía para él una pena muy superior: de 21 años, ya que consideraba que José R. N. cometió el incendio como venganza contra la mujer , que había iniciado un proceso de divorcio. Por tanto, el Ministerio Público le acusaba también de un delito de malos tratos habituales y una falta de vejaciones contra la mujer. Además, la acusación pública consideraba que el procesado merecía una pena de 16 años por el incendio. Los magistrados, en cambio, consideran que debe atenuarse su culpa porque José R. N. reconoció ante la Policía que fue el autor del fuego. Además, lo han absuelto de los malos tratos, aunque reconocen en la sentencia que la relación en el matrimonio «no era buena debido a que él bebía en exceso, se negaba a dar a la esposa explicaciones de la economía familiar, abandonaba el domicilio cuando le apetecía y cuando la esposa le manifestaba que quería trabajar, él le decía que no era su terreno (…) y que se dedicara a la cocina». También considera probado que José R. N. «no aceptaba» la separación.
El incendio se registró el 30 de enero de 2009, en la vivienda de alquiler que José R. N. compartía con su mujer y con uno de sus dos hijos, en la calle Marcos León López, en Ubrique, y que era propiedad de la Junta. Según los hechos que el tribunal considera probados, el condenado utilizó varias camisetas y trapos como combustible, las roció con aceite, y con un encendedor prendió fuego a un sofá del salón de la casa, a la cama de la habitación de matrimonio y a otra cama de una habitación individual.
El edificio fue desalojado
Como consecuencia, no solo se puso en peligro la vida de los inquilinos de la casa, sino también «de las colindantes», ya que el piso estaba en un edificio de dos plantas con seis viviendas que a esa hora -las 20.30 horas- estaban ocupadas. De hecho, los vecinos abandonaron sus hogares y salieron a la calle, atemorizados por la alarma de incendio. Por suerte, en el domicilio quemado no se encontraba la esposa de José R. N. El tribunal estima que los daños ascienden a un valor de 20.107 euros, que José R. N. deberá pagar como indemnización a la que era su esposa y a la aseguradora del edificio