Atraídos por el aroma a queso payoyo

 

ALGUNOS DATOS

40%

de ocupación media, tanto en hoteles de sierra como en la capital, solo se salvan algunos de la costa

20-30

puntos pierden los hoteles gaditanos según la ocupación media del mismo puente del año pasado

Uno de los productos estrella de la Sierra de Cádiz, el queso de cabra se ha convertido en los últimos en el mejor reclamo turístico para los viajeros de la propia provincia y de las limítrofes. El Museo del Queso de El Bosque es el mejor ejemplo del desarrollo de este concepto basado en un producto milenario. Desde la carretera que lleva de Arcos al corazón de los Pueblos Blancos salta a la vista desde lejos esta tienda museo, en la que los hermanos Gago, Ramón y Miguel, han sabido sacarle todo el partido turístico a un producto que fue de primera necesidad. En conjunto, la oferta turística de El Bosque como municipio es bastante atractiva para tiempos de crisis: por un módico precio se puede comer, pasear y hacer unas buenas compras antes de volver a casa.

En este caso, la oferta se basa en el queso Bosqueño, que ha recibido los más prestigiosos premios internacionales en los últimos meses. Pero también sigue vigente la exquisita oferta de los quesos payoyos de Villaluenga del Rosario, localidad pionera en lanzar este producto en la Sierra, donde se hacían y hacen largas colas para no quedarse sin un producto de su limitada producción.

Incluso en Ubrique, donde los pastores de antaño consumían un tipo de queso payoyo, con una forma especialmente pensada para comer en un solo día (una especie de torta más pequeña y más chata), empezó a comercializarse hace más de un año desde la factoría Quesos Artesanos Sierra de Ubrique y está teniendo una excelente acogida entre los propios vecinos y los turistas que acuden al municipio atraídos por la artesanía de la piel

la voz

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