“Las personas que no leen les falta la palabra, y si no tienes la palabra no puedes componer”

Juan Molina Guerra, segundo premio poesía
Juan Molina Guerra
es un gaditano, de Ubrique para más señas, que ha conseguido con “Cuando el tiempo es ceniza” el segundo premio de poesía del Certamen Literario de la Biblioteca de Alhama.
Este empleado de banca de 54 años que estudió para maestro sintió desde muy joven una gran afición por la escritura, pero que por cuestiones de trabajo y educación de los hijos ha tenido aparcada casi 20 años. “En 2001, me di cuenta de repente que tenía tiempo libre y que el veneno de la literatura todavía no se me había ido”, explica antes de añadir que ese año decidió participar en un concurso de narrativa de Loja que ganó con un cuento titulado "Cantata azul para un niño tonto". Esto le dio mucho ánimo pues significaba que podía recuperar esa afición perdida y hasta hoy que no solo no lo ha dejado sino que, además, se lo tomo más en serio, haciéndolo con más constancia y disciplina. Del certamen alhameño se enteró por Internet. Así mismo reconoce que no conoce Alhama por lo que “tendré la suerte de conocerla ahora”.

ENTREVISTA PARA ALHAMA COMUNICACIÓN
Juan Molina Guerra, poeta de Ubrique (Cádiz)

– Después del premio de narrativa ¿ha recibido otros premios antes del de Alhama?
– La verdad es que no me va mal. He conseguido varios galardones en poesía. El último ha sido un premio de narrativa en Madrid que aún no he recogido. También otro, “La Colodra”, de Segovia.
– ¿Cómo definiría  “Cuando el tiempo es ceniza”, su trabajo galardonado?
– Son tres poemas de reciente creación que obedecen a la muerte de tres personas cercanas. Tratan de reflejar la emoción que siento por la pérdida de cada una de ellas. Es realidad es un homenaje a sus vidas y a su situación particular y de lo que han significado para mi,  María, Francisca y Consuelo. Lo he compuesto casi consecutivamente pues estas personas han fallecido en un periodo de uno dos años. Una de ellas era mi suegra, las otras dos amigas y compañeras que conocí en un curso de poesía para mujeres al que nos dejaron entrar a otro compañero y a mí.

“Cuando el tiempo es ceniza” son tres poemas de reciente creación que obedecen a la muerte de tres personas cercanas

– ¿Por qué eligió Miguel Ángel Amado como pseudónimo?
– Tiene mucho de azaroso, lo de Amado viene de mi afición por la lectura, recuerdo que de joven leía a Amado Nervo, y Miguel Ángel es por Miguel Ángel Azubia que eran las lecturas que tenía por aquella época juvenil. Como se puede ver en los epígrafes también soy un buen lector de Machado, Borges y Lorca, tres autores que eme gustan mucho.
– La muerte y el paso del tiempo ¿son fuente de inspiración poética?
– Por supuesto, es que son fundamentales. Pienso que son un clásico en esto de las temáticas para la poesía, como lo es también el amor-desamor.
– ¿En que está trabajando ahora?
– Ayer (por el lunes, 23 de agosto) terminé un cuento pues curiosamente estaba inspirado y lo hice en una sola sentada. Lo preparé, lo pensé y lo terminé.

– En su opinión ¿el poeta nace o se hace?

– Yo creo que se hace, pues en mi caso viene por mi afición por la lectura. Creo que hay que leer mucho. He tenido ocasión en ese curso de poesía para mujeres de comprobar como las personas que no leen les falta la palabra, y si no tienes la palabra no puedes componer. Puedes tener una visión popular de la poesía, recurrir al romance,… pero para construir una poesía bien hecha necesitas lecturas, de un trabajo y de una reflexión. La lectura para mi es muy importante, opino como García Márquez que “puedo vivir sin escribir pero no sin leer”. La lectura es fundamental para un escritor.
– ¿Posee algún título publicado?
– De momento  no he comenzado la aventura de la edición. Me considero un aprendiz de escritor y como Juan ramón Jiménez, salvando las distancias, soy muy escrupuloso con todo lo que  hago pues me parece que todo puede ser mejorable. Por otro lado, en muchos casos los premios suponen la publicación por lo que tengo varias de mis obras publicadas por los convocantes de los concursos.
TEXTO PREMIADO

CUANDO EL TIEMPO ES CENIZA
“Miguel Ángel Amado” (Juan Molina Guerra, Ubrique (Cádiz)

I
LA INVASIÓN SILENCIOSA
A María L.
“Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera”
A.Machado
Ojalá que pudiera ser alfarero
de tu carne vencida y desahuciada,
devolverte el fulgor,
la primigenia luz de tus caderas,
tornear la apoteosis de tus muslos,
enhiestos otrora
como clásicas columnas de un pasado glorioso.  
¡Qué injusta la vida con quien hacía
de la vida estandarte jubiloso!  
Te miro a los ojos, amiga vulnerada,
y veo al ruiseñor contrito que te anida,
la mariposa exhausta que aletea
persiguiendo la luz que aún pervive,
esa rosa fulgente que no cesa en su empeño
de atrapar los destellos que le quedan al día.  
Por la tronera redonda, sí, de tus pupilas,
me asomo al mudo caos de tu entraña,
y veo gorriones asustados,
y alondras bullidoras
que cantan a la aurora y a la luz del estío.  
¡Oh dulce amiga,
poeta del aliento y la esperanza!
¿Qué oculto arquero disparó su dardo?
¿Qué desolado viento te traspasó en las sombras?  
Ojalá que pudiera ser alfarero,
poseer el arcano de la ciencia divina,
y en un soplo de vida, en el torno del aire,
moldear tu excelencia,
devolverte al regazo de los días azules
y al milagro del sol que tanto anhelas.


II
LA FLECHA EN EL AIRE
A Francisca

“Ya te cerca lo último.”
Jorge Luis Borges
Cómo pesa la noche con su mármol siniestro
y, sin embargo, vuela un ángel por la estancia.
Atrás quedó  el afán de los azules días
y el dolor como dagas acechando en las sombras.  
Al fondo, en el silencio de la paz recobrada,
ella piensa en la inercia del tiempo inexorable:
la flecha está  en el aire, ¿quién la puede parar?  
De espaldas al murmullo de la serena espera,
computa imperturbable el aire entrecortado,
los pájaros vencidos que escapan del naufragio
con su premonitorio, lento batir de alas.  
De pie, como una estatua que intuye su grandeza,
aferrada a la mano que trémula se agita,
en llanto silencioso que fluye hacia su centro,
solitaria y estoica,
pilar indestructible a salvo del desdén
de los que no se nombran,
de los perros rabiosos
mordidos por la infamia y la codicia,
se entretiene en contar el pulso del aliento,
la efímera llama que en el pecho se extingue
como viejo venero que no alcanza su agua.  
Vuela un ángel por la estancia en la noche sin límites;
hay una paz tangible con perfil de mujeres,
y el eco adormecido que llega de la calle
apenas si perturba la flecha y su destino.  
Ella lo llena todo con su enhiesta firmeza,
de pie, junto a la cama, con su rezo tranquilo.  
La noche es un arrullo que diluye en el aire
su mística oración de hija agradecida,
su letanía tierna que inunda los rincones:
duérmete, duérmete, duérmete, dice la música
que aflora de sus labios,
duérmete, duérmete, duérmete, dice la estela
de la flecha voraz que se adivina. 


III
EL ALBA IMPOSIBLE
A Consuelo F.

“Buscaba el amanecer,/ y el amanecer no era.”
F. García Lorca
Languidece el invierno en los tejados

y mi alma se anega de tristeza
recordando tus poemas sosegados,
pero el sosiego no era.
Recuerdo el taller de poesía
y a mujeres de pujanza y de brega,
islotes salvadores en el mar de la desidia,
banderas de ancho vuelo
donde vibraban versos, anhelos y promesas.
Ahora que un venablo traicionero
te arrebató  de golpe la esperanza,
sé de tu corazón atormentado
donde pugnaban el tigre y la gacela,
tu voz como un remanso sin escollos,
pero el remanso no era.
Pediste tiempo al Tiempo,
una pequeña tregua:
era tanto el amor que te quedaba dentro,
tan intensa la luz que avivaba tu hoguera.
Mas Dios juega a los dados,
y en el carcaj sombrío
no quedaban más flechas.
En este largo invierno
de agua que no cesa,
reverdece el recuerdo de tu voz de poeta.
Y hay un silencio triste en los bancos ateridos,
en la silla vacía donde soñabas quimeras.
Buscabas el alba de un nuevo día,
pero el alba, ay, el alba ya no era

 

alhama.com  http://www.alhama.com/digital/cultura/certamen-literario/4321-las-personas-que-no-leen-les-falta-la-palabra-y-si-no-tienes-la-palabra-no-puedes-componer

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